El Estudio sobre penetración de comercio ilícito de cigarrillos en la Gran Área Metropolitana de Costa Rica fue realizado por la Red Nacional Antitabaco – RENATA, la Universidad Nacional – UNA y Tabaconomía de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile (UAI). Este fue presentado en el marco del Día Mundial sin Tabaco, 31 de mayo, como un llamado de atención a la población para que combata la principal causa evitable de enfermedades no transmisibles y muertes prematuras con más de 8 millones de muertes al año en el mundo.
En Costa Rica, mueren 1274 personas al año por tabaquismo y según la Encuesta Mundial sobre Tabaco en Adultos (GATS), el país no ha tenido una disminución significativa en el consumo pues pasó de 9,1% en 2015 a 8,7% en 2022. Y aunque los impuestos al tabaco son la medida más costo-efectiva para reducir el consumo, la estructura impositiva no ha variado desde 2012 aun cuando el precio de los productos sí ha ido creciendo en términos reales. Esto refleja que la industria tabacalera está aprovechando la inmovilidad fiscal para incrementar su rentabilidad. Al mismo tiempo, esto es una inconsistencia ya que la industria señala que el aumento de precio -mediante impuestos- promueve el comercio ilícito.
Para Leonela Artavia, de la Escuela de Economía de la UNA, directora de la encuesta, “este estudio es muy importante porque es la primera medición de la penetración del comercio ilícito para Costa Rica realizada por una universidad pública, libre de conflictos de interés y a través de una metodología transparente y ampliamente reconocida en la comunidad científica, utilizada en numerosas investigaciones”.
Perfil del consumidor
El estudio encontró un perfil muy claro del consumidor de cigarrillos ilícitos:
- El 75,2% son hombres.
- La edad promedio es de 39 años.
- El 69% probó el cigarrillo antes de los 18 años.
- El 42,3% no ha completado la educación secundaria.
- El 45,6% se encuentra desocupado.
- El 91,8% fuma un promedio de 10,5 cigarrillos al día.
- El 41% de los fumadores piensa con frecuencia en dejar de fumar.
- El 58% de los fumadores compra cigarrillos en cajetillas.
- El 42% los adquiere sueltos, aun cuando este formato de venta se encuentra prohibido.
La penetración del comercio ilícito
El estudio estima que el 31,3% de los cigarrillos consumidos en la GAM son de comercio ilícito.
Cartago presenta la penetración más alta (48,6%), seguido por San José (30,1%) y Alajuela (29,8%); mientras que Heredia reporta la cifra más baja de comercio ilícito con un 18,4%.
El grupo de 36 a 64 años tiene el mayor porcentaje de consumo de cigarrillos ilícitos (36,5%), mientras que el grupo de 18 a 24 años es el con menor proporción (21,2%).
Quienes poseen un nivel de calificación bajo (educación secundaria incompleta o menos) presentan una mayor proporción de consumo de cigarrillos ilícitos (42,3%).
Los desocupados son quienes consumen en mayor proporción los cigarrillos ilícitos (45,6%).
Precio del cigarrillo
En general, el precio promedio del cigarrillo suelto es mayor (₡160) al de los cigarrillos de cajetilla (¢86,50). Los cigarrillos lícitos muestran un valor unitario promedio mayor (¢102) que su contraparte ilícita (¢48), independientemente de si se trata de consumo de cigarrillos sueltos o de cajetillas.
Más de la mitad de los cigarrillos ilícitos se adquieren en pulperías
En cuanto a los lugares de compra, el 43,6% de los cigarrillos lícitos se adquieren en pulperías (abastecedores) y el 34,3% en supermercados.
Para el caso de los cigarrillos ilícitos, más de la mitad se adquieren en pulperías (51,9%) y cerca del 18% a través de vendedores ambulantes.
Gold City representa el 45% de los cigarrillos ilícitos
Del total de cigarrillos ilícitos consumidos en la GAM, el 45% corresponde a la marca Gold City, seguida por Elephant con un 15%, Índigo 11% y Pall Mall 5%.
Las marcas L&M y Marlboro representan cada una el 4% de los cigarrillos ilícitos; a pesar de ser marcas registradas, se clasifican como productos ilícitos debido a características como no tener registro de importación o no poseer la ronda de pictogramas adecuada.
Conclusiones
Para la Dra. Nydia Amador, presidenta de RENATA, si aumentar los impuestos es la medida más costo-efectiva para reducir el consumo de tabaco y se han divulgado estudios que sobrestiman la penetración del comercio ilícito con el fin de oponerse al aumento de impuestos, este estudio proporciona una estimación transparente y sin conflictos de interés mucho más baja (31,3%) que los porcentajes que ha estado publicitando la industria de 40% y 50%.
Amador argumentó también que han pasado más de 10 años desde la última modificación impositiva a los cigarrillos (2012). A pesar de esto, la industria tabacalera ha aumentado el precio en términos reales aprovechando la inmovilidad fiscal para incrementar su rentabilidad. Además, esto muestra una inconsistencia entre la preocupación que dice tener la industria del tabaco por el comercio ilícito y el argumento de esta que asocia el aumento de impuestos y por tanto de precios, a una mayor penetración de comercio ilícito.
Para Guillermo Paraje, académico y experto internacional en economía de la salud de la UAI, “la evidencia muestra que el comercio ilícito se encuentra relacionado con factores institucionales y falencias en la fiscalización. Dentro de las alternativas para combatir el comercio ilícito se encuentra la implementación del Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco que Costa Rica ratificó en 2016. Este protocolo exige implementar herramientas y soluciones efectivas al problema, como el control a la cadena de suministro y la cooperación internacional. Una alternativa para avanzar en este aspecto es la implementación de un sistema de trazabilidad para fiscalizar de manera más eficiente la venta de tabaco, lo cual ha mejorado la recaudación impositiva y ha dificultado el comercio ilícito donde se ha implementado, ya que -entre otras cosas- verifica que las compañías formales paguen todos los impuestos”.
Para Jorge Solano, de la Universidad Nacional, “los hallazgos del estudio muestran que las pulperías tienen una mayor incidencia en la venta de cigarrillos ilícitos, por lo que es fundamental aumentar los controles y las inspecciones en estos establecimientos, mediante la verificación de permisos de operación y el cumplimiento de las regulaciones aduaneras y sanitarias”.
Además, el estudio revela que tres cuartas partes de las personas fumadoras han considerado dejar de fumar por lo que es necesario fomentar las estrategias de cesación mediante servicios como líneas de ayuda, programas de terapia conductual y otros, para también disminuir la demanda de ilícitos.
Como medida de mediano y largo plazo es fundamental implementar y reforzar programas educativos en escuelas y comunidades para prevenir el inicio temprano del consumo de tabaco, enfocándose en los riesgos del tabaquismo y la ilegalidad de vender cigarrillos a menores.
Finalmente, la crisis de salud mental atenta contra la reducción de la prevalencia del consumo de productos del tabaco, debido a que las personas los utilizan como mecanismo para reducir la ansiedad y otros padecimientos, por lo cual es importante vigilar esta dimensión en especial en las personas más jóvenes y en las desocupadas.