El tabaco tiene múltiples efectos en las mujeres, generando consecuencias negativas desde diversos ámbitos que finalmente afectan en la equidad de género. Primero, está el impacto que causa en la salud de las fumadoras, perjudicando sus estudios, vida profesional y personal de quienes resultan afectadas por alguna enfermedad. Por otro lado, hay mujeres que deben asumir el rol de cuidadoras de personas con enfermedades provocadas por este nocivo producto; incluso hay muchas mujeres que trabajan en los procesos de cultivo del tabaco, sin las mejores condiciones laborales. De forma paralela, la industria tabacalera realiza campañas publicitarias y desarrolla productos enfocados en atraer a este grupo de la sociedad. A esto se suma una reciente feminización del consumo de cigarrillos.
Luego, si se analizan los roles directivos en el ámbito de la salud, las mujeres aún son minoría. Esto a diferencia de la gran cantidad de mujeres que trabajan en esta área en general así como también en diversas organizaciones civiles, organismos internacionales, instituciones académicas y Gobiernos, entre otros, dedicando todos sus esfuerzos a generar políticas públicas para enfrentar el control del tabaco.
En el marco del Mes Internacional de la Mujer, en Tabaconomía destacamos a 10 de esas profesionales. Ellas nos comentan la importancia de trabajar en este ámbito y cómo han visto en los últimos años la evolución del consumo del tabaco.
Adriana Blanco Marquizo, Jefa de la Secretaría del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco
25 años trabajando en control del tabaco
Adriana destaca que como mujer es muy importante trabajar en un área que involucra sus valores más preciados: la salud, obviamente, pero también la equidad, la justicia y el medioambiente. “Trabajar para que las próximas generaciones no sufran las consecuencias de la epidemia del tabaquismo”. Blanco afirma que la mujer ha sido, y sigue siendo, un objetivo para la industria del tabaco. “Primero promoviendo el fumar como signo de independencia, y más recientemente identificando marcas con estereotipos de belleza y delgadez. Debemos continuar trabajando para evitar que las nuevas generaciones sean presa de este engaño”.
Stella Aguinaga Bialous, profesora Universidad de California San Francisco
35 años trabajando en control del tabaco
Stella afirma que para ella trabajar en control del tabaco lo significa todo. “El control del tabaco, los derechos de las mujeres y los derechos humanos están interconectados. Las mujeres se ven perjudicadas de manera desproporcionada por las prácticas de la industria tabacalera, desde el cultivo de tabaco hasta la comercialización depredadora. Fortalecer la implementación del CMCT tiene un impacto positivo en las mujeres”. Al mismo tiempo, ella añade. “Debemos redoblar esfuerzos para garantizar que las mujeres no sean utilizadas como herramientas de marketing para la industria, incluyendo los nuevos productos de nicotina. La imagen de las mujeres ha sido un elemento básico del marketing de la industria, y las medidas en contra deben enfatizar el poder de las mujeres para luchar contra esta explotación”.
Vera Luiza da Costa e Silva, investigadora en CETAB/Fiocruz y Secretaria Ejecutiva de la Comisión de Brasil para la implementación del CMCT y sus protocolos
40 años trabajando en control del tabaco
“Para mí, como mujer, trabajar en el control del tabaco significa defender la salud pública en un sentido amplio”, afirma Vera. “Desde empoderar a las niñas para que se resistan a los cigarrillos electrónicos hasta apoyar a las mujeres que cultivan tabaco en la transición hacia medios de vida sostenibles. Este es un compromiso de por vida. Se trata de compasión, liderazgo y la creación de un futuro más saludable y equitativo para todos”. También destaca cómo en los últimos años ha visto que la industria tabacalera se dirige cada vez más a las mujeres a través de la comercialización de cigarrillos electrónicos y productos saborizados, mientras que las mujeres de las comunidades productoras de tabaco enfrentan desafíos económicos y de salud. Por eso enfatiza: “Empoderar a las mujeres es clave para romper este ciclo”.
Florencia Cámara, Investigadora Fundación Interamericana del Corazón (FIC)
5 años trabajando en control del tabaco
Para Florencia trabajar en control del tabaco representa al mismo tiempo un desafío, un orgullo y una gran responsabilidad. “Realizar contribuciones que aporten a la promoción de mejores medidas para prevención de tabaquismo y mejora de la salud de la población es el propósito que motiva mi trabajo diario”. Y añade. “La industria tabacalera continúa dirigiendo campañas de publicidad hacia las mujeres, asociando el consumo con independencia y belleza. Por eso considero que es necesario fortalecer las políticas de control de tabaco con un enfoque de género para prevenir el consumo”.
Blanca Llorente, Directora de Investigación Fundación Anáas
16 años trabajando en control del tabaco
Blanca resalta una problemática que no siempre se ve: los costos del consumo de productos de tabaco sobre las mujeres suelen invisibilizarse. “En Colombia la mayoría de los consumidores de tabaco son hombres y son las mujeres las principales cuidadoras de pacientes con enfermedades atribuibles al tabaquismo. Esto desencadena un sin número de consecuencias en donde se manifiestan muchas de las inequidades que persisten en nuestra sociedad por la condición de ser mujeres: posibilidad de reinsertarse en la fuerza laboral, aumento de la vulnerabilidad económica, perpetuación de la pobreza monetaria y no monetaria, entre otros”.
Llorente añade. “Creo que la industria ha sido muy hábil en promover cigarrillos electrónicos que, por sus características, son especialmente atractivos para las niñas. En el pasado, en Colombia podían identificarse dos tipos de elementos disuasores. Primero, la norma social que vinculaba el uso de cigarrillos en mujeres con imaginarios muy negativos. Ese vínculo se rompió con el cigarrillo electrónico. El segundo tiene que ver con el temor de algunas niñas y jóvenes de los efectos negativos en su aspecto físico, y de nuevo el cigarrillo electrónico ha sido una herramienta muy exitosa para disipar esos temores”.
Mariona Mas Montserrat, Asesora de política tributaria de la OCDE
2 años trabajando en control del tabaco
Mariona destaca que trabajar en el control del tabaco significa contribuir a mejorar la vida de las personas y lograr sociedades más sanas y prósperas. “Si le damos una perspectiva de género, aunque por lo general las mujeres no fuman tanto como los hombres, éstas están fuertemente afectadas no solo por la exposición al humo ajeno sino también por los altos costos de cuidado que conlleva el tabaquismo. Estos costos recaen normalmente sobre las mujeres. Limitar el consumo de tabaco puede tener un impacto muy positivo en las vidas y oportunidades de las mujeres”. Y añade. “Lamentablemente los nuevos productos de tabaco y nicotina son cada vez más populares entre las generaciones de mujeres más jóvenes y hace falta, de nuevo, mucho trabajo de concientización del impacto nocivo en la salud de estos productos”.
Reina Roa, Punto Focal de Control de Tabaco del CMCT para la República de Panamá. Representante de la Región de las Américas en la Mesa de la COP por varios periodos y Presidente de la Mesa Electa de la COP 10
22 años trabajando en control del tabaco
Reina señala que trabajar en control del tabaco significa defender el derecho a la salud y a la vida, proteger a la juventud de esta epidemia y de lo que representan los nuevos productos de tabaco. “El trabajo conjunto es importante, ya que sólo juntos podemos lograrlo”. Y añade. “La mujer como líder, con sus fortalezas y valentía, continúa luchando por un control efectivo de los productos de tabaco, contribuyendo a evitar el impacto mortal del tabaco y de sus humos y vapores tóxicos sobre la salud de nuestras familias”.
Patricia Sosa, Directora de programas para América Latina, el Caribe y las Filipinas en Campaign for Tobacco-Free Kids
28 años trabajando en control del tabaco
Patricia menciona que como mujer, trabajar en control del tabaco ha sido una experiencia profundamente significativa. “A lo largo de mi carrera en Campaign for Tobacco-Free Kids, he visto de primera mano cómo la industria tabacalera dirige agresivamente sus estrategias de marketing hacia los grupos vulnerables, incluidas mujeres y jóvenes. Por este motivo, esta lucha no es solo una cuestión de salud, sino también de equidad”.
Sosa dice que ha encontrado inspiración en las organizaciones de la sociedad civil que son justamente mayoritariamente lideradas por mujeres, quienes han desempeñado un papel clave en la defensa de políticas de control del tabaco. Afirma que su trabajo ha sido fundamental para enfrentar la interferencia de la industria y garantizar que las decisiones de salud pública estén guiadas por evidencia y no por intereses corporativos. “Para mí, esta labor va más allá de la regulación; se trata de proteger vidas, especialmente las de las generaciones futuras. Como mujer, veo este trabajo como una oportunidad para impulsar el cambio y fortalecer redes de apoyo que continúen desafiando a una industria que, por demasiado tiempo, ha priorizado sus ganancias sobre la salud de la gente”.
Rosa Sandoval, Asesora Regional de Control de Tabaco OPS/OMS
21 años trabajando en control del tabaco
Rosa señala que trabajar en control del tabaco le brinda la oportunidad de contribuir a un tema de gran relevancia, que no solo tiene un impacto significativo en la salud pública a nivel regional, sino también en la mejora de la salud de las mujeres y permite abordar las inequidades. “La lucha contra el tabaquismo es clave para abordar las enfermedades no transmisibles (ENT), que representan una alta carga para las mujeres. En 2019, la tasa de mortalidad por ENT fue de 352 muertes por cada 100.000 mujeres[1] en las Américas, lo que resalta la urgencia de adoptar medidas efectivas para reducir el consumo de tabaco”.
Sandoval añade que existe una triple cara de la epidemia del tabaquismo en mujeres. “Por un lado, desde la década de 1960 la industria tabacalera ha orientado campañas de marketing hacia las mujeres mediante anuncios que se basan en estereotipos de género y vinculan falsamente el consumo de tabaco con conceptos de belleza, delgadez, sofisticación, prestigio, emancipación, libertad, romance y atractivo sexual.[2] Al mismo tiempo, 7 de cada 10 trabajadores de los cultivos de tabaco son mujeres, lo que las expone a importantes consecuencias sanitarias y económicas. El cultivo de la hoja de tabaco es un proceso notoriamente intensivo en mano de obra y a menudo implica el trabajo no remunerado de las mujeres familiares de los cultivadores de tabaco en muchos países de renta baja. Esto suele provocar que las niñas y los niños falten a la escuela[3]”.
Finalmente, dice que son las mujeres las que cuidan a las personas enfermas a causa del tabaquismo, en casa y con un trabajo no remunerado.
Gianella Severini, Coordinadora Legal Campaign for Tobacco-Free Kids, Co-Coordinadora para Américas de GATC y concejo asesor red CREA
10 años trabajando en control del tabaco
Para Gianella trabajar en control del tabaco “significa desafiar una industria que históricamente ha manipulado y explotado a distintos grupos, enfocándose en jóvenes y mujeres. Es una lucha por la justicia y el derecho a la salud, asegurando que las políticas protejan a todas las personas, sin excepciones”.
Severini añade. “En los últimos años, la industria sigue usando tácticas dirigidas a mujeres, vinculando el tabaco con la independencia, la moda o lo “cool». Pero también ha crecido la evidencia y la respuesta regulatoria. Como mujeres tenemos que seguir trabajando para contrarrestar a estas empresas que nos quieren convencer de volvernos adictas a productos tan peligrosos”.
El tabaco y la mujer en América Latina
Rosa Sandoval afirma que América Latina y el Caribe es una región altamente inequitativa, no solo en términos de ingresos sino también en salud[4], situación que deja a las mujeres particularmente vulnerables. “En el ámbito del control del tabaco, estamos observando una feminización de la epidemia del tabaquismo en las Américas. Es una de las regiones con menor diferencia en la prevalencia de uso de tabaco entre hombres y mujeres con un ratio de 1.9 hombres por cada mujer fumadora en las Américas vs 4.6 a nivel mundial. En algunos países, incluso se ha registrado una mayor o igual prevalencia en mujeres que en hombres, entre los jóvenes. Además, las mujeres están expuestas de manera intensiva al marketing de la industria tabacalera, que las tiene como uno de sus principales objetivos[5]”.
Por su parte, Patricia Sosa menciona. “La región de América Latina, donde he dedicado gran parte de mi trabajo, ha logrado avances significativos en la implementación de políticas efectivas como los ambientes 100% libres de humo, la regulación de la publicidad y las advertencias sanitarias. Sin embargo, la industria sigue encontrando formas de socavar estos logros, lo que nos obliga a permanecer vigilantes y profundizar nuestro compromiso. Sosa añade. “En los últimos años, la relación entre el tabaco y la mujer ha cambiado significativamente, con un preocupante aumento del consumo femenino en varias regiones del mundo. La epidemia del tabaquismo, históricamente más prevalente en hombres, se ha ido feminizando debido a estrategias agresivas de la industria tabacalera que presentan el consumo como un símbolo de independencia y empoderamiento, manipulando discursos feministas que no tienen relación con el consumo de tabaco. En América Latina, estas tácticas incluyen marketing deliberadamente dirigido a mujeres, sabores atractivos y publicidad encubierta en redes sociales a través de jóvenes influencers.
La directora de Campaign for Tobacco-Free Kids destaca que a pesar de ello, se han visto avances importantes en la lucha contra el tabaco, y cada vez más países adoptan regulaciones estrictas que limitan las estrategias de la industria y protegen a mujeres y niñas de su manipulación. Además, afirma que la evidencia ha fortalecido el argumento de que el consumo de tabaco afecta de manera diferenciada a las mujeres, no solo en términos de salud, sino también en aspectos sociales y económicos. Ella añade. “En América Latina, las mujeres han estado al frente de los esfuerzos por controlar el tabaco, ya sea en la promoción de políticas públicas, en la investigación o en el activismo. Su liderazgo ha sido fundamental para enfrentar la interferencia de la industria y abogar por regulaciones más estrictas. A pesar de estos avances, el desafío sigue siendo enorme. Por ello, es fundamental seguir fortaleciendo las políticas de control del tabaco con una perspectiva de género, asegurando que las estrategias de prevención y cesación respondan a las necesidades específicas de las mujeres y protejan su derecho a la salud”.
La relevancia de las medidas de control
Blanca Llorente destaca una historia que presenció directamente de las consecuencias del tabaquismo en las mujeres fumadoras, sobre todo en las más jóvenes. “Recuerdo el caso de una de mis estudiantes, que vio frustrado su proyecto de vida. Había tenido la oportunidad de acceso a la educación superior y a cumplir su sueño de trabajar para el sector financiero, pero el deterioro de su salud se convirtió en un obstáculo. Imagino la cantidad de inversión en educación desperdiciada y todo el esfuerzo de este país para mejorar la equidad y acceso a educación en un momento en el que la feminización del consumo está en ascenso”.
Llorente añade que como economista siempre ha visto con mucha claridad el enorme valor de las intervenciones poblacionales que recoge el Convenio Marco de Control de Tabaco de la OMS. “He tenido la fortuna de ver resultados de reducción de consumo medibles aun con una aplicación parcial en mi país. Es a la vez esperanzador saber que contamos con herramientas para reducir los costos del tabaquismo pero al mismo tiempo preocupante, porque los entornos institucionales y de gobernanza no nos permiten avanzar más rápido en su implementación”.
Subrepresentación de la mujer en roles directivos en salud
“Las mujeres representan aproximadamente el 72,8% del personal sanitario y el 87% del personal de enfermería. Sin embargo, están subrepresentadas en las posiciones de liderazgo y gobernanza en el sector de la salud en la Región. En América Latina, ocupan menos del 30% de los cargos directivos en el sector salud, y sólo el 31% de los gobiernos tiene mujeres como máxima autoridad en los ministerios de salud”.[6] Sandoval concluye. “En este marco, debemos recalcar que, si bien en el último tiempo el liderazgo de las mujeres en control de tabaco ha aumentado, es importante seguir trabajando en políticas públicas, como la prohibición completa de toda forma de publicidad, promoción y patrocinio, para promover y proteger el derecho a la salud de las niñas y mujeres”.
[1] Pan American Health Organization. Leading causes of death and disease burden in the Americas: Noncommunicable diseases and external causes. Washington, D.C.: PAHO; 2024. Available from: https://doi. Org/10.37774/9789275128626.
[2] Las mujeres y la industria tabacalera, STOP. Disponible: https://exposetobacco.org/wp-content/uploads/Women-and-the-Tobacco-Industry-ES-4.6.21.pdf?_gl=1*1msesbv*_up*MQ..*_ga*MTgyNjU3NDA3NC4xNzQwNjY2MDEw*_ga_1XDXX3FTR9*MTc0MDY2NjAxMC4xLjAuMTc0MDY2NjAxMC4wLjAuMA..
[3] Tobacco control. What National Machineries of Gender Equality Need to Know https://www.undp.org/sites/g/files/zskgke326/files/2024-02/undp-tobacco-control-gender-equality-machineries.pdf
[4] How Inequality is Inherited in Latin America and the Caribbean. 2024. Enlace
[5] World No Tobacco Day 2017. Tobacco threatens us all: protect health, reduce poverty and promote development WHO-NMH-PND-17.2-eng.pdf
[6] El liderazgo de las mujeres en la salud de las Américas: Por una gobernanza sanitaria paritaria e inclusiva, OPS. Disponible en: https://www.paho.org/sites/default/files/tf_liderazgomujeressectorsaludamericas_esp_0.pdf