La directora de “Campaign for Tobacco Free-Kids” para Latinoamérica y Caribe, Patricia Sosa, conversó con Tabaconomía sobre los desafíos actuales y futuros en la lucha del control de tabaco, destacando que la industria tabacalera no deja de transformar sus productos. Por lo tanto, aunque en la región las distintas partes han realizado un buen trabajo generando que el consumo del tabaco disminuya, las gestiones deben continuar para seguir enfrentando los nuevos retos.
El rol de Campaign for Tobacco Free-Kids en la región
Campaign for Tobacco Free-Kids es una organización no gubernamental que trabaja para reducir el consumo de tabaco y sus mortales consecuencias en todo el mundo, promoviendo e impulsando políticas públicas. La entidad forma parte de la Iniciativa Bloomberg para reducir el Consumo del Tabaco de Bloomberg Philanthropies. Patricia Sosa lleva 28 años trabajando en la entidad, primero en Estados Unidos y luego a nivel internacional. Específicamente, en las Américas está colaborando desde 2009.
En este contexto, el foco es apoyar la implementación del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Apoyamos a los líderes de salud pública a nivel país con soporte financiero y técnico en el control del tabaco. Tenemos la capacidad de apoyar en el proceso de cambio de política brindando asesoramiento técnico a organizaciones de la sociedad civil para el desarrollo de campañas de incidencia y comunicación, así como también en el análisis legal. Dentro de la Iniciativa Bloomberg somos los que tenemos el “International Legal Consortium” (Consorcio Internacional Legal) para políticas de control del tabaco con el repositorio más completo de leyes, litigios y reglamentos de control del tabaco, entre otros”.
El principal desafío
“El mayor reto es que la industria tabacalera no para de transformarse. Hay mucho dinero en este negocio, y la nicotina es una sustancia adictiva que asegura consumidores. Ahora que el control del tabaco ha avanzado globalmente y la población es más consciente de los daños que provocan los cigarrillos, la industria se ha reinventado con estos productos emergentes, como el tabaco calentado o los cigarrillos electrónicos, para seguir obteniendo enormes ganancias. Es una evolución constante de la industria, que a menudo usa las mismas estrategias de siempre, pero con nuevos productos y una audiencia que no conoce la historia y vuelve a creer en sus argumentos. ‘Tengo un nuevo producto que es menos dañino’, dice la industria, usando esta estrategia de marketing para vender más, como lo hicieron en el pasado con los cigarrillos ‘suaves’ o ‘bajos en alquitrán’”, afirma Patricia Sosa.
En este sentido, dice que la industria ha adoptado estrategias astutas para promover su negocio. Por ejemplo, una de las políticas de control de tabaco más exitosas específicamente en la región de las Américas ha sido la implementación de los espacios libres de humo en todos los lugares cerrados de acceso público, sin excepciones. Sin embargo, la industria ahora ha introducido productos que no emiten humo visible, como los cigarrillos electrónicos, que emiten un aerosol al que a menudo denominan «vapor» y carecen del olor característico del tabaco debido a la inclusión de saborizantes y otros ingredientes. Esto es problemático porque, aunque las leyes en muchos países de la región prohíben fumar en espacios cerrados y esto se ha vuelto socialmente inaceptable, el uso de cigarrillos electrónicos en estos mismos espacios puede hacer que su consumo se perciba como algo normal y exponga nuevamente a las personas no consumidoras a riesgos potenciales. En resumen, lo que parecía una batalla ganada contra el humo de tabaco podría verse comprometido por la creciente presencia de estos productos emergentes.
La Directora para las Américas y el Caribe de “Campaign for Tobacco Free-Kids” también destaca otros desafíos a enfrentar, como el hecho de que la industria apunta a un público joven con sus nuevos productos. Sosa afirma que es a este grupo de personas a quienes realmente la industria está dirigiendo estos nuevos formatos por el modo en que los promocionan, cómo están compuestos, sus sabores atractivos para niños, etc. “Está todo, pero absolutamente todo, dirigido a facilitar la iniciación (de fumar). No hay otro objetivo para eso, por lo que es una gran batalla. Esto vulnera la salud de nuestros jóvenes. Debemos tener leyes que reconozcan eso”. Y añade. “Es por esto que hay países de la región que han prohibido su venta como Brasil, México y Argentina, y ahora Colombia acaba de pasar una ley que los regula de una manera muy estricta”.
La economía de la salud y los impuestos
En la lucha para el control de tabaco han estado presentes a lo largo del tiempo expertos de salud pública. Pero, se sabe que dentro de las políticas públicas que se deben implementar están los impuestos al tabaco. Patricia Sosa destaca la evolución del trabajo que han realizado los expertos en economía de la salud a nivel internacional, y cómo ha influido de manera efectiva en las gestiones para enfrentar la epidemia del tabaquismo.
“Existe una guerra de precios. Hay un gran problema de asequibilidad. Si tú quieres bajar drásticamente el consumo del tabaco, se tienen que aumentar los impuestos de manera dramática. Un aumento que impacte, que incite al consumidor a dejar de fumar”, afirma Sosa.
Patricia añade. “Estamos viendo que cada vez hay una mayor apertura para entender la política fiscal como una herramienta para lograr un impacto positivo en la salud de la población. En el caso del tabaco, si bien la recaudación es relevante, lo más relevante es que se trata de la medida más costo-efectiva para reducir su consumo. Cuando los impuestos al tabaco están diseñados con un objetivo de salud y no solo con un objetivo recaudatorio, reducen el consumo de tabaco y al mismo tiempo la enorme carga sanitaria, social y económica que conlleva. Por esto hemos fortalecido el trabajo interdisciplinario y esta alianza entre las organizaciones de la sociedad civil de la región que promueven las políticas de control del tabaco y economistas que investigan sobre este tema, economistas de la salud y economistas dentro de los ministerios de Finanzas. Actualmente también hay más economistas dentro de los mismos Ministerios de Salud porque se entiende que es una disciplina que ayuda a comprender los impactos sanitarios”.
Fortalecer a nuevas generaciones
Patricia concluye con un tema de gran relevancia para “Campaign for Tobacco Free-Kids”, los jóvenes. “Es muy importante enfocarnos y fortalecer a los jóvenes porque están siendo el objetivo de la industria tabacalera. Con la fragmentación de las redes sociales, sino hablas con ellos no vas a saber qué está pasando. Por otro lado, los jóvenes realmente escuchan a otros jóvenes. Y, tercero, porque estamos cultivando la nueva generación de líderes de control de tabaco”
Patricia destaca que tradicionalmente el enfoque en salud se centraba principalmente en las enfermedades infecciosas. Sin embargo, cada vez más, se está poniendo énfasis en las enfermedades no transmisibles, como las relacionadas con el consumo de alcohol, de bebidas azucaradas, comidas ultraprocesadas y, por supuesto, el consumo de tabaco. “Este cambio de perspectiva abre un vasto campo de oportunidades, y por eso estamos invirtiendo en la formación de jóvenes. Queremos que, además de tener la capacidad de incidir en políticas, también se especialicen en el control del tabaco”, concluye.